LAS MEJORES PLAYAS PARA HACER PADDLE SURF en GRAN CANARIA
Hay viajeros que viajan con mochila. Otros con maleta. Y luego estamos los que lo hacemos con la tabla de Stand Up Paddle hinchable. Somos inseparables, como si la tabla fuera un apéndice de nuestro cuerpo. Viajamos para practicar nuestro deporte favorito, buscamos las mejores playas, perseguimos las rutas más bellas. Hoy os hablamos de Gran Canaria y de las playas que más nos han gustado para hacer SUP. Feliz lectura y feliz remada.
Playas idílicas, roques, miradores, carreteras que atraviesan paisajes de ciencia ficción, majestuosos acantilados, yacimientos prehispánicos, pueblos donde la vida se mueve más despacio, el Paisaje Cultural de Risco Caído y Montañas Sagradas, las noches de neón de Maspalomas… Y playas, infinitas playas para practicar Paddle Surf. Así es la Gran Canaria que recuerdo, esas son las primeras imágenes que saltan en mi cabeza cuando pienso en la más afortunada de las islas afortunadas.
Las playas de Gran Canaria son mucho más que sol, turistas ocupando tumbonas y surf; son un pasaje a la desconexión, una invitación mágica para una escapada SUP sin prisas ni límites. Una tabla, un remo… y hasta donde la libertad nos lleve.
Si quieres descubrir dónde hacer Paddle Surf en Gran Canaria, cuándo ir, cómo moverte, qué hacer después de seguir alguna de las rutas de SUP que te proponemos a continuación, sólo tienes que seguir leyendo. ¡Ah, y recuerda que si tu nivel de SUP es básico siempre es aconsejable ir acompañado!, así que busca alguna de las escuelas de Paddle Surf que organizan salidas por la zona.
RUTAS DE PADDLE SURF EN LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Las posibilidades son infinitas. Pero, puestos a elegir, nos quedamos con la belleza de La Aldea de San Nicolás, las aguas tranquilas y turquesas de Anfi y Amadores, y la magia de Las Canteras y la playa del Inglés.
ANFI DEL MAR
No es nuestra playa preferida, pero sí una de las más fotogénicas: un lugar de ensueño, creado en los noventa por un empresario noruego. Palmeras, arena blanca y aguas turquesas y tranquilas, ideales para tus primeras escapadas de SUP o para disfrutar de un lugar de película.
PLAYA DE AMADORES
Se encuentra en pleno epicentro turístico de Gran Canaria, muy cerca de Puerto Mogán, la Venecia canaria. Y es una postal: arena dorada, aguas turquesas y calmas… Un paraíso para los amantes del snorkel. Y por supuesto, un lugar perfecto para practicar Paddle Surf.
PLAYA DE ALDEA DE SAN NICOLÁS
Llegar a este rincón de la isla es ya una pequeña aventura. Sin embargo, vale la pena. La playa de la Aldea es una verdadera sorpresa custodiada por escarpadas y serpenteantes carreteras, una delicia para la cámara de fotos, un lugar perfecto para una excursión con tu tabla de SUP. Y después, espera al atardecer: renuncio a describirlo, hay que estar allí.
PLAYA DEL INGLÉS
Las dunas son la antesala de las fantásticas playas de Maspalomas, un gran arenal, el más grande de la isla de Gran Canaria, que se extiende desde la playa del Inglés hasta el faro, construido a finales del siglo XIX para señalar el paso de la ruta entre España y América. Son seis kilómetros de playas, un lugar perfecto para empalmar una buena sesión de SUP con una excursión a la caldera de Tejeda.
PLAYA DE LAS CANTERAS
Es la playa por excelencia de la capital. Todo un icono de la isla. Popular y abarrotada en agosto, tranquila y relajada el resto del año, cuando se sigue disfrutando de agradables temperaturas. Se trata, sin duda, de una de las mejores playas urbanas de España, un punto caliente del surf canario, pero también, cuando el día está tranquilo, un buen lugar para practicar SUP . Hay que pasar por ella, respirar su atmósfera. No decepciona.
CÓMO VIAJAR A GRAN CANARIA
En avión mucho mejor que en barco. El aeropuerto de Gran Canaria es el más concurrido en número de pasajeros de todo el archipiélago. Se encuentra cerca de Telde, en la Bahía de Gando, a 19 km del centro de la ciudad de Las Palmas y a 25 km de Maspalomas, uno de los principales puntos turísticos de Gran Canaria. Hay vuelos diarios a la isla desde los principales aeropuertos de la península
CÓMO DESPLAZARSE POR LA ISLA DE GRAN CANARIA
Para moverse por la isla, nuestro consejo es alquilar un coche y disfrutar del paisaje que envuelve las carreteras. El alquiler suele incluir seguro a todo riesgo, sin límite de kilometraje, pero siempre es bueno preguntar las condiciones para evitar sorpresas desagradables.
COSAS QUE NO PUEDEN FALTAR EN NUESTRA MALETA PARA UN SUP TRIP A GRAN CANARIA
A continuación os dejamos nuestro Checklist de cosas imprescindibles que debes meter en tu maleta para hacer un viaje de SUP a Gran Canaria:
-Gafas para hacer snorkel
–Candado para la llave del coche
–Mochila estanca para pasar un largo día en una de las muchas playas de la isla.
-Visera o gorra para el sol: cuando el sol calienta, quema. Protégete tanto en el agua, como fuera de ella.
-Bañadores, bikinis, bermudas…
–Y por supuesto, si eres de los que prefiere viajar con tu equipo a cuestas, tu tabla hinchable de Paddle Surf.
MUCHO MÁS QUE SUP EN GRAN CANARIA: QUÉ VISITAR
Con casi 60 kilómetros de playas a lo largo de su costa, esta isla es el lugar ideal para perderse: un verdadero continente en miniatura, porque, incluso en invierno, después de pisar las cumbres nevadas, se puede ir a tomar el sol a Las Canteras. Aquí os dejamos los lugares que aconseja visitar Guillermo Gatsby en un artículo publicado por nuestro amigos de Single Quiver:
LAS PALMAS DE GRAN CANARIA
Es la mayor ciudad española del Atlántico y presume, con razón, de tener uno de los mejores climas del mundo, con 22 grados de media anual. La zona hotelera y el barrio portuario se funden irremediablemente en el estrecho istmo que une la isla con la isleta. Desde allí, la ciudad se alarga presionada por las ásperas, inhóspitas montañas, crece hacia arriba, se hace ajardinada frente a la playa de las Alcavaneras, bulliciosa en Triana y va a morir allí donde nació, en Vegueta, el barrio colonial, y en San Cristóbal, barrio marinero donde aún sigue en pie el Torreón de san Pedro Mártir, construido en 1578 para fortificar la ciudad.
Qué ver en las Palmas de Gran Canaria
El eje central y el mejor punto de partida de cualquier visita a la ciudad es el barrio de Vegueta, uno de los conjuntos arquitectónicos más notables de todo el archipiélago, un lugar olvidado por las rutas al uso, casi invisible a la mirada de los turistas. Fue, en sus orígenes, el centro de operaciones del enviado de los Reyes Católicos, Juan Rejón, y después la residencia de los conquistadores. Palacios, mansiones, conventos e iglesias se alinean en calles estrechas y forman placitas escondidas en torno a la catedral y su ágora mayor, Santa Ana. Hay que rendirse al embrujo de la fachada neoclásica de la catedral y de las Casas Consistoriales y después dejarse llevar por las evocadoras rúas de Vegueta. El barrio entero es una curiosa máquina del tiempo, un resumen perfecto de la historia de la ciudad desde el siglo XVI hasta finales del siglo XIX. Cada balconada, cada ventana o celosía es un prodigio de belleza.
Nadie debería dejar Vegueta sin pasar por su popular y colorido mercado y sin hacer una parada en la Casa Colón, uno de los primeros edificios que se levantaron en la ciudad, residencia de los gobernadores de la isla y el lugar donde dicen que se alojó el almirante camino de América.
Una autovía separa Vegueta del barrio de Triana, barrio de espíritu comercial, con calles rectas y peatonales, que ha sabido conservar muchos de sus veteranos edificios modernistas. Además del Quiosco de San Telmo, destacan muy especialmente el elegante Gabinete Literario y la Casa Natal de Benito Pérez Galdós, un oasis de tiempo donde podrás sumergirte en el universo del autor de Fortunata y Jacinta. Muy cerca, encontramos otro de los hitos de la ciudad, el Teatro Pérez Galdós, decorado por el pintor modernista Néstor de la Torre. Aquí se interpretó, por primera vez, Sombra del Nublo. Nadie la ha cantado ni la cantará nunca como Alfredo Kraus.
Puesto a hablar de símbolos, es inevitable mencionar los Riscos históricos. Subiendo la cuesta de San Nicolás podrás descubrir las pintorescas casas de colores del de San Juan, un paseo que vale la pena.
Puente y escala obligada en la ruta a América, las Palmas ha tenido que defenderse de corsarios y piratas. Las fortalezas de La Mata y de la La Luz recuerdan aquellos tiempos de plomo. El castillo de La Mata alberga hoy un centro de interpretación de los baluartes de la ciudad. El Castillo de la Luz, en la isleta, es la sede de la Fundación de Arte y Pensamiento martín de Chirino y acoge una representación de la obra de este destacado artistas canario.
He dejado deliberadamente para el final uno de mis lugares favoritos: Las Canteras. Más que una playa, es un icono, una playa urbana de tres kilómetros y fina arena dorada donde late la ciudad entera. Una visita obligada.
TEROR
A veinte kilómetros de Las Palmas encontramos Teror, uno de los pueblos más bellos de la isla. Por el camino, cambia el paisaje, ya que de la parte urbanizada de la costa pasamos a un espacio boscoso y verde que raya los 600 metros de altitud. La basílica de Nuestra Señora de los Pinos es el hito principal de Teror y su mayor monumento. Pero la mejor recomendación para disfrutar de este encantador rincón de la isla es pasearlo sin prisas. Y si es domingo, detenerse en su popular mercadillo. Después, vale la pena hacer una excursión al Parque Natural de Doramas y a la Finca de Osorio, exótico escenario de varias películas.
ARUCAS
Arucas es otra sorpresa. El pueblo se extiende a los pies de un volcán completamente dormido. Casas blancas, calles silenciosas, y una iglesia de piedra grisácea con porte de catedral invitan a tomárselo con calma. Y claro, Arucas es la cuna del ron canario. La visita a una de las bodegas locales se impone.
AGUIMES Y LA FORTALEZA
Aguimes es un pueblo de casas blancas y un mirador excepcional al barranco de Guadayeque. También es un buen punto de partida para llegar a los roques que forman La Fortaleza, uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de todo el archipiélago canario.
Situada en plena caldera de Tirajana, La Fortaleza es una puerta al pasado más lejano, un poblado fortificado anterior a la conquista castellana. Declarado Bien de Interés Cultural, el yacimiento se compone de tres roques: La Fortaleza Grande, La Fortaleza Chica y Titana, una especie Machu Picchu, habitado desde el siglo VI d.C., en el que se aprecian muros defensivos, cuevas que sirvieron de viviendas, almacenes y tumbas, y piedras donde, se cree, que los antiguos pobladores de la isla rezaban a sus dioses. Sin duda, un lugar mágico, por su belleza y su fuerza evocadora.
ROQUE NUBLO Y ROQUE BENTAYGA
Para admirar los roques más célebres de la isla, hay que ir a la Caldera de Tejeda, un espacio de película que Unamuno describió como una tempestad petrificada y que no es otra cosa que la memoria física de una explosión volcánica que tuvo lugar hace catorce años. Aquí sobresalen dos moles de roca basáltica: el Roque Nublo, imponente y afilado monolito de 80 metros que corona un picacho de 1.600, y el Roque Bentayga, de mayor tamaño. Ambos lugares sagrados para los Guanches.
TEJEDA
Quien no ha visto este paisaje de montañas, cumbres de vértigo y barrancos insondables presidido por el Roque Nublo no ha conocido la esencia, el corazón, de Gran Canaria. Recientemente bautizada como el nombre de Paisaje Cultural del Risco Caído y Montañas Sagradas, la Caldera de Tejeda es el centro sagrado y mitológico de los antiguos habitantes de la isla. La ruta para explorar este asombroso paisaje que no tiene nada que envidiar al Cañón del Colorado ni al Monument Valley de John Ford conduce a Tejeda, un pueblo encantador con unas vistas privilegiadas al Roque Nublo y al Roque Bentayga. Desde el mirador de la Cruz de Tejeda puede verse, de una vez, todos los roques de este lugar único, inolvidable.
MIRADOR DEL BALCÓN
Otra panorámica memorable. Se encuentra frente al océano Atlántico, en el extremo sur del Parque Natural de Tamadaba, en medio de una fila de ciclópeos acantilados en zigzag que semejan la cola de un dragón milenario.
DE PUERTO NIEVES A MOGÁN
El Mirador del Balcón queda dentro de una de las rutas más escenográficas de Gran Canaria, la que descubrimos por la sinuosa carretera GC-200: una ruta que recorre la costa occidental de la isla, serpenteando entre imponentes acantilados. La pintoresca villa marinera de Puerto de las Nieves es el punto de partida de este espectacular recorrido y Agaete, encantador pueblo de casitas blancas, la primera parada. Aquí encontramos algunos de los cafetales más septentrionales del mundo y también una necrópolis tumular que vuelve a trasladarnos a tiempos prehispánicos.
Muy cerca de Agaete, siguiendo en dirección sur, llegamos al barranco de Guayedra, y allí una playa de ensueño: las palmeras, el negro volcánico, los majestuosos acantilados y la vista del Teide a lo lejos componen un cuadro mágico, sobre todo al atardecer.
Artenara, el mirador del Molino y el parque de cactus de Cactualdea son buenos sitios para relajarse y descansar de una carretera llena de vueltas y revueltas. La playa de Güigüi no queda muy lejos. Su acceso no resulta sencillo, pero vale la pena, ya que es un arenal de gran belleza, un verdadero circo frente al Atlántico, con acantilados como gradas.
Y por último, Puerto Mogán, la Venecia Canaria, un lugar para vivir un par de vidas, un oasis cuyo recuerdo no se desvanece: las antiguas casas de pescadores con buganvillas descolgándose por las fachadas blancas, las contraventanas de colores, los pequeños canales que enlazan el puerto deportivo y el humilde barrio de pescadores…
PARQUE NATURAL DE LAS DUNAS DE MASPALOMAS
Y llegamos al Shangri-La de la isla de Gran Canaria: el Parque Natural de las Dunas de Maspalomas, donde las arenas arrastradas por las corrientes del océano durante siglos y siglos han formado un pequeño desierto que, con el azul atlántico como telón de fondo, compone una de las postales más bellas de todo el archipiélago canario. Las dunas son la antesala de las fantásticas playas en torno a las cuales orbitan los hoteles y urbanizaciones de este rincón privilegiado del planeta, destino turístico por excelencia.